El horno de la Carifa
Cinco generaciones elaborando Pan Moreno de Casares, que se lleva hoy a Málaga, toda la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar.
marzo 1, 2018
El horno de la Carifa
La trayectoria familiar de la Panificadora de Casares comienza con la bisabuela paterna, Ana Blanco Guerrero, la Carifa, quien cocía pan en un horno de barro a cambio de huevos o verdura. Su hija Isabel Rodríguez, abuela paterna de la cuarta generación familiar, creó en un callejón de la calle Carrera el obrador donde se elaboraba el pan que consumían la mayoría de las familias de Casares. Tanto la familia como el callejón han mantenido el apodo familiar, que también acompaña al obrador, el Horno de la Carifa.
La fábrica actual
En 1988, la tercera generación de la familia Carifa monta la fábrica en su ubicación actual. Manuel López Rodríguez y su mujer Ana María Valadez, con la importante ayuda de los padres de ambos, construyen una nueva panificadora en El Magro, Casares. La receta artesanal con que elaboraban la abuela y bisabuela Carifas pasa así a la tercera generación, adaptándose para fabricar otras variedades de pan, procurando conservar la calidad y un especial sabor.
La quinta generación
Con el paso del tiempo, la fábrica y sus instalaciones se han modernizado y en la actualidad, además de Manuel y Ana María, ya trabaja también la quinta generación familiar: Jose Patricio, en las labores comerciales, Manuel López hijo, en la producción, y Ana, en la administración.
Cada mañana salen de la fábrica los camiones que realizan el reparto del pan de Casares recién hecho, con destino a Málaga, toda la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar. Son los vehículos que sustituyeron en su momento a la furgoneta Renault 4L con la que efectuaba Manuel el reparto en la primera época, aunque esa modesta joya de la historia del automóvil todavía está en funcionamiento.